En los últimos años, el pole dance ha evolucionado de manera sorprendente. Es una actividad cada día más popular, con diversos estilos y escuelas de movimiento que permiten desarrollarlo cómo arte y deporte por igual.
Sabemos que es una disciplina integral, ¿pero es suficiente entrenar solamente pole? Acompáñame a explorar el tema.
Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el pole dance actual, como lo conocemos ahora, se enriquece y alimenta de muchísimas disciplinas e influencias como el ballet, yoga, acrobacia, gimnasia y un sinfin de aparatos circense como el mástil chino, entre otras actividades.
Y al ser tan diverso y rico en influencias, es una disciplina muy integral donde se desarrollan la fuerza, flexibilidad, coordinación, equilibrio, ritmo, potencia, fluidez y muchas más capacidades físicas. Pero a la hora de entrenar, de seguir avanzando y de querer lograr más trucos, es importante considerar otros tipos de entrenamiento también.
Seguramente tienes una polega que además de entrenar pole, va al gym y hace pesas; o aquella que hace ballet o circo además de pole; o la que hace yoga o quizás pilates además de entrenar contigo en el studio.
Esto sucede porque el pole dance además de ser muy noble y darnos mucha libertad de estilos y prácticas, también es muy exigente.
Para hacer pole necesitas controlar tu cuerpo en el aire, coordinar vuelos, giros y elementos acrobáticos propios de una clase de gimnasia o de un aparato circense; necesitas entender y emplear el control que te da el parado de manos que aprendes en yoga o pilates así como la elasticidad y ritmo que adquieres al hacer danza; y todo ello cargando el peso de tu propio cuerpo, habilidad que desarrollas en el gym o en entrenamiento funcional.
Y no se trata de saber hacer todo sino de entender que el pole dance es una actividad física de alto rendimiento y que para alcanzar tu máximo potencial, es necesario desarrollar muchas habilidades. Pero más importante aún, es conocer tu cuerpo y tus necesidades particulares:
Quizás eres una persona cuyos mayor reto es la fuerza, en ese caso hacer gym, pilates o funcional te ayudarán a desarrollarla y a tener un mejor control sobre tu cuerpo.
O quizás eres muy fuerte pero cero flexible, en ese caso, hacer yoga o contorsión pueden ser muy buenas opciones para entender y favorecer el desarrollo de la elasticidad de tu propio cuerpo.
O tal vez te hace falta coordinación, ritmo o fluidez en tus movimientos en cuyo caso la danza es tu mejor opción.
Cómo puedes ver, las mismas disciplinas que enriquecen está maravillosa actividad que tanto nos gusta, son las mismas que nos proveen de herramientas para ser mejores ejecutantes, atletas, artistas o acróbatas en pole.
Así que si te estás atorando en algún truco, transición o coreografía, ¡no te desesperes!. Evalúa qué áreas de oportunidad tienes y busca un entrenamiento complementario para desarrollar dichas áreas; que sea algo que encuentres atractivo, entretenido o interesante para que puedas sacar el máximo provecho y seguir desarrollando tus habilidades y talentos como pole dancer.
